lunes, 24 de octubre de 2016

UNA INVESTIGACION PEREGRINA (1)

UNA INVESTIGACIÓN PEREGRINA


Aquí alguien “ha matao” a alguien
(De un monólogo telefónico de Gila)


Primera etapa

Un ligero hormigueo a la altura de la cadera y unos tenues y lejanos pitidos en el bolsillo de su raída gabardina lo sacaron de su ensimismamiento. Observó que la rubia que ocupaba una mesa cercana en la terraza del bar también los había escuchado. Fino oído, bonitas piernas. Se hizo el duro, al menos lo intentó. Dio un pausado sorbo de su cerveza, se limpió el bigote con el envés de la mano  y no respondió inmediatamente a su móvil. Al fin y al cabo el no era un imberbe adolescente colgado todo el día de su smarphone. Era un viejo, duro y experimentado detective privado curtido en mil batallas. Bastaba verlo.

Al terminar el sorbo de cerveza vio que la rubia dejaba unas monedas en la mesa y se marchaba. Que lástima. Bay, bay preciosa se dijo mentalmente. Saco entonces el móvil. Seguramente otro wahsap de videos simpáticos. Los hay a miles. La gente es muy ingeniosa …. y tiene mucho tiempo libre. Se equivocó. Era un mensaje de una entrañable amiga y despistada peregrina a la que pocas veces se veía en el camino. Le hacía un encargo. No era la primera vez.

El Grupo de peregrinos “Caminamos”, le decía en el mensaje,  iniciaba de nuevo el Camino Primitivo. Hacía relativamente poco que ese grupo de caminantes había hecho esa ruta rememorando el viaje medieval del rey Alfonso. Algo raro estaba pasando sospechaba. Algo extraño iba a suceder. No era normal repetir el camino en tan poco tiempo. Le encargaba que se incorporase discretamente al grupo y le enviase informes periódicos de lo que ocurriese. Le recordó las tarifas y las dietas.

Peregrini guardó el móvil. Se rasco la nuca, gesto instintivo que le ayudaba a pensar y que inevitablemente le dejaba restos de caspa en las hombreras de su gabardina, volvió a su cerveza 1906, doble malta, de Estrella Galicia. ….. Galicia, pensó, … la estrella, …. regresar al Camino. ¡Coño, que coincidencias!


domingo, 16 de octubre de 2016

La madreña peregrina

Os recomiendo esta entrada de blog en la que encontrareis fotos e interesantes comentarios de una de nuestras nuevas compañeras del Camino primitivo
http://asturgeografic.blogspot.com.es/2016/10/camino-primitivo-etapa-1-oviedo-grado.html

miércoles, 12 de octubre de 2016

LA FLOR DE LOS CAMINOS

La flor de los caminos. 
Alvaro Cunqueiro.

Viene de muy lejos, como un río, y al final de su vida pasa bajo la más hermosa puente que haya sido construida jamás: el Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago, labrada precisamente por un facedor de puentes, el maestre Mateu. Es el camino de las peregrinaciones al Señor Santiago. 

Yendo hacia el Este de Europa es difícil decir dónde comienza.

El camino atravesaba la selva germánica, haciendo posada en las nobles y ricas ciudades.

(En la nómina de los peregrinos a Compostela hay ilustres viudas de Maguncia y Lubeca, señores mendigos de la Pomerania, sastres de Nuremberg, mozos letrados de Gotinga, caballeros teutónicos de color asalmonado por la turbulenta ira... )

En la Isla de Francia, en la rue Saint-Jacques —donde Eugenio Montes, como el que esto escribe de nación compostelana, vio un día de melancolía que crecía la hierba—, se unían los caminos del Este con los que bajaban de  Flandes. Allí comenzaba, verdaderamente el gran río, que ya iba ancho hasta llegar al Pirineo.

 El patrón de este tramo es Gaiferos de Mormaltán, el duque de Aquitania. Ocho veces, en su larga vida, peregrinó a Compostela, y en la última peregrinación murió, en el altar mayor, ante los ojos mismos del Patrón sabido. Lleva vieiras en sus armas... Gaiferos está en romances galaicos con su blanca barba y sus ojos ...gazos, leonados, verdes como auga do mar.

Por Somport, donde era el famoso Hospital de Santa Cristina y por Roncesvalles, el Camino entraba a las Españas.

Roncesvalles es la ruta de Carlomagno para la primera peregrinación. En la antigua abadía se conservan todavía las pantuflas del arzobispo don Turpin, y yo he sido testigo, y en parte colaborador, en un milagro. Era una tarde de niebla en Roncesvalles, húmedos y azules los tejados de la santa casa. Desde la vuelta de la carretera, antes de bajar a ella, yo comencé a decir en voz alta los versos de la Chanson, y cómo moría el paladín Roldan y San Miguel descendía del Cielo para recoger su alma y su guante. Y en un repente se abrió un claro en el cielo y rayos de sol bajaron a iluminar el prado donde Roldan, por última vez, tocó el olifante y expiró...

Las dos entradas de España se hacen una en Puente la Reina, obra de Domingo de la Calzada. Entonces había santos peones camineros en Castilla: Domingo, Juan de Ortega... En Puente la Reina era el «chori», el pájaro que el día de la Asunción de Nuestra Señora venía de donde no se sabe dónde a cantarle canciones nuevas a Dama María, y a mojar en el río sus alas y lavarle el rostro a la imagen que presidía el puente. El Camino va llano por Castilla y por León. Nájera, Burgos, Castrojeriz, Frómista, Villalcázar de Sirga, Carrión de los Condes...
Y la posada famosa de Sahagún, con mil tabernas, barrio moro, judería, juego y «striptease» en el siglo XII, la Place Pigalle del Camino, esquivada por los peregrinos virtuosos. Y más adelante León, la rica y visigótica. Y pronto los montes gallegos, con el Cebrero del Santo Grial, y Parsifal y don Galaz acariciando con las plumas de sus yelmos las ramas verdes de los alcapadres por caminos donde el corzo y el lobo se saludan.

Los pies peregrinos muelen la tierra y hacen la senda por las cumbres. Desde Triacastela ya se llanea hasta Compostela. En Triacastela hizo final de etapa, allá por el año 20, un poeta francés, Germain Nouveau. Sentado al amor del fuego, dijo sus versos en lengua gálica a los labriegos que lo habían acogido, los cuales, oyéndolos en la lengua de Francia, los entendían en la lengua de Galicia, porque el Camino tiene el don de lenguas.

Abierto está el Camino. Vuelven a peregrinar las naciones. Y ya dijo el Dante —quien es seguro que soñó con venir en romería a Compostela— que «no se entiende por peregrino sino de aquel que va a la tumba de Jacobo o vuelve». Comparaba, en La Vita Nuova, la peregrinación jacobea a una peregrinación de amor, ¡oh Beatrice del alma mía! Un camino se abre, enorme y delicado. La flor de los caminos. Una de las grandes venas de Europa. Tienen que permitirme que invite a quien me lea a recorrerlo. Peregrinar es una de las formas más vivas y eficaces del ejercicio espiritual.


Álvaro Cunqueiro

CUNQUEIRO EN LOS CAMINOS 2

Cunqueiro y los caminos 2

Los caminos también mueren. Ya lo advierte Al Masudi en el libro Las praderas de oro.

 Ayer sostenía una conversación con unos amigos acerca de viejos caminos de mi comarca natal, que han caído en desuso, y se han perdido en el monte o al llegar a un río, cuando no han quedado reducidos a meros senderos entre labradíos y prados, y ya no hay memoria de antiguos caminos reales ni de calzadas y vías romanas. Y otros sobre los cuales se han superpuesto o han cortado recientes carreteras, destinados a morir están. Al paso que llevan, también algunas carreteras pueden disponerse a bien morir.

Un mapa de los caminos de Europa en cada época de su historia, enseñaría más de ésta que cien textos muy eruditos.

Si interrogo yo por su ir y venir a los viejos caminos que ya han muerto, o a los moribundos, o me pregunto por dónde viajaban los desaparecidos, estoy preguntando por lo que aquí vivió y cómo, durante un puñado de siglos.

Álvaro Cunqueiro


CUNQUEIRO EN LOS CAMINOS

Cunqueiro en los caminos 1

 La cosa de la tierra, su fruto más destinado a morir y perderse, más todavía que el peregrino o el nocturno viajero, es un camino.

Si los caminos permanecen sobre la costra terrenal, no es tanto por memoria que ellos tengan, cuanto que por ellos pasó un día cierto viajero cuyos pasos son imborrables.

Los caminos están puntuales en la mañana aguardando los pasos del caminante como un viejo can la caricia en el lomo por la mano del amo concedida...

Después de las especies sacramentales —el trigo, el vino, el aceite—, y del hallazgo imprevisible del fuego, de las cosas que el hombre verdaderamente sembró en la tierra, ninguna puede compararse a los caminos en hermosura y milagro.

Salir de la ciudad y hallar en la mañana tendido un camino que conduce a tanta maravilla, a tan insólita música….

Nunca me extrañó que la melancolía estuviese incluida entre los pecados capitales, pero, la verdad, tampoco que pueda estarlo entre las virtudes teologales. Haciendo por el feliz camino el viaje de regreso, dando gracias al Señor por la mañana, el camino, el sol, el agua, se podría decir: fe, esperanza, caridad, melancolía.


De Alvaro Cunqueiro.