Cunqueiro y los caminos 2
Los caminos también mueren. Ya lo advierte Al Masudi en el
libro Las praderas de oro.
Ayer sostenía una
conversación con unos amigos acerca de viejos caminos de mi comarca natal, que
han caído en desuso, y se han perdido en el monte o al llegar a un río, cuando
no han quedado reducidos a meros senderos entre labradíos y prados, y ya no hay
memoria de antiguos caminos reales ni de calzadas y vías romanas. Y otros sobre
los cuales se han superpuesto o han cortado recientes carreteras, destinados a
morir están. Al paso que llevan, también algunas carreteras pueden disponerse a
bien morir.
Un mapa de los caminos de Europa en cada época de su
historia, enseñaría más de ésta que cien textos muy eruditos.
Si interrogo yo por su ir y venir a los viejos caminos que ya
han muerto, o a los moribundos, o me pregunto por dónde viajaban los
desaparecidos, estoy preguntando por lo que aquí vivió y cómo, durante un puñado
de siglos.
Álvaro Cunqueiro
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